
La escalada de violencia en la provincia de Bocas del Toro, según las autoridades, es responsabilidad de terceros relacionados con el poder político; en los últimos días, los principales actores de las protestas han sido supuestos delincuentes patrocinados por autoridades locales cuyos intereses son desestabilizar al Gobierno.
Los estamentos de seguridad han identificado dentro de este grupo de auspiciadores a un alcalde y dos representantes de la zona, quienes incentivan a los “delincuentes” a continuar con los disturbios y vandalismos.
El ministro de Seguridad Pública, Frank Ábrego, señaló que diversos actores políticos electos democráticamente han estado detrás de las manifestantes, no solo en Bocas del Toro, sino también en otras provincias del país, proporcionándoles alimentación, dinero, materiales y combustible para que sigan en las calles.