
Quiero cerrar este capítulo diciendo que la nueva Ley de la Caja de Seguro Social es un paso vital para garantizar las pensiones de los panameños y mejorar el sistema de salud.
Por otro lado, el default de la Caja de Seguro Social llevaría al país al colapso financiero y, entonces, la realidad hubiese sido muy distinta.
Esta reforma era indispensable para cuidar el bolsillo y la salud de los panameños, así como preservar nuestro grado de inversión, sostener la estabilidad macroeconómica y enviar un mensaje claro a los mercados internacionales de que nonos rifaríamos la nación.
Compatriotas:
Quiero referirme ahora a otro pseudo escándalo, el Memorando de Entendimiento firmado con los Estados Unidos.
Este documento, que ha sido objeto de interpretaciones malintencionadas, no viola nuestra soberanía bajo ningún concepto.
Por el contrario, reafirma que todas las instalaciones de seguridad continúan siendo panameñas, que el control operativo corresponde exclusivamente al Ministerio de Seguridad Pública, y que cualquier colaboración extranjera será temporal y respetuosa de nuestra Constitución y nuestras leyes.
El Memorando no contempla bases militares ni cesión territorial de ningún tipo, y puede ser cancelado por Panamá de forma unilateral con seis meses de notificación.
Se trata de uno más, de al menos 23 acuerdos de cooperación similares, que Panamá ha suscrito con los Estados Unidos desde 1990, practicada por todos los gobiernos en defensa del interés nacional.
Lo que sí va a pasar, es que vamos fuerte contra el narcotráfico. Atacar este flagelo es defender a nuestra patria, se lo digo con toda honestidad y es muy grave la situación.
Miren, yo participé en la elaboración de la Ley Orgánica del Canal que hoy tiene rango constitucional, y fui uno de los pocos líderes de oposición que votó a favor de la ampliación del Canal. Creo, sin lugar a duda, que la neutralidad es y seguirá siendo su mejor defensa.
Como siempre, el tiempo es el mejor ordenador y ha puesto las cosas en su lugar: Quedará claro que este gobierno no ha cedido, ni cederá, un milímetro de la soberanía panameña.
Tal es el apego a la Constitución Nacional, que hemos declarado el 2025 como el año de la «Alfabetización Constitucional» con un gran trabajo de difusión en la enseñanza de nuestra Carta Magna, para luego iniciar la transformación del Estado a través de una Asamblea Nacional Constituyente como la 1946 que dotó al país de una gran Constitución, jamás superada.
Tal es la defensa del Canal, que apoyo abiertamente en foros internacionales el Proyecto de Reservorio de Río Indio. La historia muestra el error que hubiese sido no ampliar en Canal.
Ese Canal necesita más agua, nosotros necesitamos más agua para beber. No podemos afectar nuestra gran ventaja competitiva y nuestra estratégica posición geográfica.
Los que se opusieron a la ampliación buscando algún rédito político, después posaban reídos en cada foto de la inauguración de esa mega obra que intentaron detener.
Quien se opone a Río Indio se opone al progreso, se opone a tener más agua para la gente y a tener más recursos hídricos para el Canal.
Esta obra no perjudica a nadie y estoy seguro de que la Autoridad del Canal de Panamá hará un trabajo humano, que garantice bienestar a las personas que puedan afectarse con la obra.
Señoras y señores:
Ustedes saben que he sufrido en carne propia el odio generado por complejos de inferioridad en el poder. Eso dejó algo claro en mí: jamás mezclaría asuntos personales con decisiones públicas.
Lo que inicia un gobierno debe terminarlo el siguiente, porque se trata de recursos de los panameños y del valor de la palabra empeñada por parte del Estado con todo un pueblo.
No voy a repetir esos errores del pasado de abandonar lasobras y anunciar muchas nuevas desperdiciando los recursos invertidos por mezquindades políticas o, peor aún, por negocio.
Eso es engañar al ciudadano, es una actitud arrogante y soberbia que se burla de la gente y les roba lo que es suyo.
Yo puedo a ser algo duro, pero no soy hipócrita. Solo les pregunto: ¿Desearías otra vez un gobierno ausente y un presidente que posterga decisiones?
Sé que la recuperación está llevando más tiempo. Debo reconocer que fui un entusiasta, tal vez por la inocencia de no imaginar el tremendo desorden que nos dejaron.
Tuvimos que apretar fuerte el cinturón del gasto público. Pero este sacrificio nacional, producto de los excesos del pasado, es temporal. Estamos limpiando la mesa, corrigiendo vicios acumulados y reorganizando un sistema que ya no daba para más.
Lamentablemente, eso implica asumir costos adicionales millonarios que no salen del bolsillo de un expresidente, un exvicepresidente ni de antiguos ministros, sino del bolsillo de ustedes, el pueblo panameño.
Las últimas dos gestiones acabaron con la bonanza: la economía se estancó, el matraqueo político reemplazó las soluciones concretas para la gente. Le robaron su alegría y su esperanza. Sin embargo, no hay casos resonantes, ni responsables subiendo y bajando escaleras.
La ciudadanía, con junta razón, siente frustración porque aún no ven que hay consecuencias por los delitos cometidos.Pero algo sí quiero destacar: yo no investigo ni juzgo a nadie.
Sé lo grave de ese mal accionar administrativo, porque este primer año tuvimos que desactivar la bomba económica, proteger el bolsillo de las familias y empujar sectores claves como la construcción, el turismo, la agricultura, la energía y el emprendimiento.
No es un camino fácil, pero ya vemos resultados que mejoran la vida de la gente.
Panamá vuelve a crecer.
Las proyecciones nos colocan en un crecimiento cercano al 4% del PIB este año. Esto es producto de una administración responsable y del uso eficiente de los recursos públicos.
El Plan Estratégico de Gobierno, planificado por el Ministerio de Economía y Finanzas revisó más de 2,500 proyectos de inversión pública. Así logramos reducir costos sin afectar obras y servicios. Además, se logró generar nuevamente credibilidad en los mercados externos, muchos de ellos, acreedores importantes nuestros.
A nivel internacional, vamos recuperando la confianza. Panamá está dando pasos firmes para salir de la lista de la Unión Europea, gracias al trabajo coordinado de varias instituciones.
Hemos incrementado nuestra interacción con la OCDE, no solo con miras a salir de esas listas discriminatorias, sino para iniciar nuestra ruta hacia el ingreso a ese importante grupo de Estados democráticos y economías prósperas.
Esta semana en Sevilla me reuní con su Secretario General, Matías Cormann con quien convenimos iniciar un proceso, que es largo, pero que se diseña para nosotros con apoyo de organismos como el BID, para ir avanzando, etapa por etapa, en un proceso, que por sí solo va transformando esquemas.
Panamá asumió un rol destacado en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde ejercerá la presidencia en agosto. Se logró la designación de Panamá como sede regional del Proyecto COPERNICUS de la Unión Europea.
En la OEA, Panamá ejerce actualmente las presidencias pro tempore de la Comisión Interamericana de Mujeres y del Comité contra el Terrorismo.
Nuestro país está recuperando el prestigio internacional perdido, y estamos orgullosos de eso. Es por esto que dedico mi agenda a proyectar a Panamá en el mundo como país líder que avanza con trabajo y se distingue con resultados.
También dimos pasos importantes hacia la modernización del Estado. Por ejemplo, eliminamos más de 16,500 cheques físicos con el sistema de “Caja Digital”, agilizando pagos de manera segura y transparente.
A través de la Dirección de Ingresos, reforzamos la fiscalización y la cobranza: solo este año se han gestionado más de 32 millones de dólares en arreglos de pago. Y hemos mantenido el subsidio eléctrico para aliviar la carga de las familias.